PASO 1: Qué aspecto de tu vida quieres planificar
Identifica aspectos de tu vida en familia, profesionales y académicos que son
importantes para ti y los demás miembros de la familia. Haz uno solo a la vez, no quieras planificar todo a la vez. Si comienzas por una meta financiera, sólo dedícate a esta.
Puedes comenzar haciéndote preguntas, tales como:
¿Tengo un fondo para emergencias? ¿Puedo cumplir con mis obligaciones
cómodamente? ¿Podré hacer el viaje que deseo? ¿Podré costear los estudios de mis
hijos? ¿Podré completar mi carrera u otra especialidad? ¿Puedo mantener un flujo de
efectivo suficiente para no sentirme, apretado/a? ¡Pregúntate, a dónde quieres llegar!
Paso 2: Metas y sus tiempos
Puedes tener más de una meta. Pero en cada una de ellas debes poner empeño para
llevarlas a cabo, según las expectativas de término y calidad que hayas decidido.
Por ejemplo:
Puedo definir que mis metas para este año sean:
a. Quiero poder cumplir con mis obligaciones cómodamente desde principios del año que viene
b. Quiero crear un fondo para emergencias todo lo que queda de este año.
Siendo realista puedo definir la expectativa de tiempo para lograr mis metas, tomando en cuenta la complejidad o nivel de calidad esperado.
Paso 3: Objetivos que estoy dispuesto a llevar a cabo
Para cada meta debes definir objetivos concretos. Conceptualmente, los objetivos
son el qué debo hacer para llegar a la meta anhelada. Por lo tanto, puedo tener una serie
de objetivos para llegar a una finalidad.
Es importante que al definirlos puedas cuantificar o expresarlos detalladamente. Deben ser medibles, y no ser conceptos abstractos.
Por ejemplo:
✓ Separaré bisemanalmente $40.00 para un fondo de emergencia.
✓ Lo depositaré en una cuenta de ahorro que genere interés y no tenga ATM.
✓ Al cabo de 6 meses, buscaré alternativas de cuentas con mejores rendimientos.
✓ De no encontrar una que supere lo que tengo, evaluaré que deuda puedo cancelar
con la cantidad ahorrada.
✓ En el caso de que cancele alguna deuda por el monto de dicho ahorro, duplicaré
la cantidad a separar bisemanalmente.
Analiza lo que quieres vs. lo que necesitas para que puedas colocar tus metas en orden
de prioridad. Así como los de cada miembro de la familia.
Siempre tus objetivos financieros serán el reflejo de tus valores y estilos de vida. Y es importante planificarlos pues se convierten en una guía que no te permitirá desviarte del rumbo en momentos de duda o incertidumbre.