El acero es, como se mencionó anteriormente tal vez el material más ampliamente utilizado en las grandes edificaciones actuales, muy importante en las estructuras por las características antes mencionadas. En la construcción de puentes colgantes, los hilos, las cerchas y vigas que sostienen a estos son hechas de acero.
La rapidez de las construcciones lo hace el favorito de la mayoría de las constructoras ya que en cuanto menor tiempo pase para la culminación de un edificio, más rápido se van a lograr ganancias, además en comparación con las construcciones de concreto las de acero son más livianas, ofrecen espacios mucho más amplios, es sencillo hacer ventanales panorámicos y edificaciones más altas.
Una de las pocas desventajas del acero en la construcción es que no es muy resistente a la corrosión y al fuego (aunque existen aditivos y recubrimientos especiales para casos de incendio) y requieren de mano de obra calificada. Junto con las estructuras de acero se han desarrollado cerramientos y muros divisorios al igual que entrepisos (la placa de piso de una construcción que separa uno de otro) más livianos y que no requieren de apoyo en grandes dimensiones, fabricados adicionalmente de manera industrializada.
Tal vez en el futuro se obtengan mayores beneficios de las estructuras de acero pero no deben estar muy alejadas de lo que actualmente existe que de por si es asombroso, posiblemente en los nuevos diseños (responsables de gran parte de los adelantos en si, ya que con base en ellos se desarrollan mejoras en los materiales), se logren nuevos adelantos.